miércoles, 25 de septiembre de 2013

Animales prehistóricos tendrán nuevo refugio

El nuevo Laboratorio de Paleontología del IVIC, por sus características, es el único de su tipo en el país, según lo informó su jefe, Ascanio Rincón.

Explorar el pasado remoto de la vida sobre la Tierra a través de restos orgánicos con millones de años de antigüedad será más fácil gracias a la fundación del nuevo Laboratorio de Paleontología, adscrito al Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), domicilio al cual llegarán las muestras recolectadas para futuros descubrimientos.

Los vertebrados, es decir, aquellos animales dotados de esqueleto con columna vertebral y cráneo, así como sistema nervioso central formado por médula espinal y encéfalo, serán el objeto de estudio de esta dependencia. Dentro de este grupo se encuentran los peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Además de investigación científica, este laboratorio impulsará la formación y capacitación de talento humano en excavación, análisis y conservación de fósiles. De igual manera, ofrecerá el servicio de asesoría a organismos públicos y empresas privadas durante la remoción de escombros o movimiento de terrenos.

El Laboratorio de Paleontología del IVIC no surgió de un parpadeo. Varios años recorriendo el país en busca de evidencias físicas concretas del paso del tiempo de los seres vivos sobre el planeta justificaron el traslado de los proyectos de Rincón fuera del Laboratorio de Biología de Organismos, igualmente adscrito al Centro de Ecología de este instituto.

Desde ese espacio se ha trabajado en el mapeo de la biodiversidad del pasado venezolano en el transcurso de las eras geológicas por las cuales ha transitado la zona septentrional de Suramérica. Asimismo, se han estudiado los vertebrados del Mesozoico o “edad de los reptiles” (entre los 249 millones y 65 millones de años antes del presente), “que abarca el Jurásico, cuando los dinosaurios dominaban la escena y se dividió el súper continente Pangea; y el Cretácico, durante el cual se formaron las grandes reservas de petróleo de la modernidad” explicó.

Por: Vanessa Ortiz Piñango en "IVIC en Acción" Boletín N° 27 / 2da quincena de agosto de 2013.
IVIC en Acción es una publicación interna del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Se distribuye principalmente en los diferentes centros y departamentos de investigación, y en las unidades administrativas y del personal obrero del instituto.

Fuente:

lunes, 23 de septiembre de 2013

Haz réplicas de dinosaurios en papel

¿Quieres regalarle a esa persona especial un dinosaurio hecho con tus propias manos? ¿Te gustaría tener un Parasaurolophus o un Caudipteryx en tu escritorio o en tu biblioteca?

PaleoVenezuela te recomienda esta página “Paper Replika”, que ofrece réplicas de infinidad de personajes, objetos y monumentos famosos, los cuales puedes imprimir en papel o cartulina y construir con pocas herramientas.

La tijera, la pega blanca y la impresora a color van a ser tus mejores instrumentos paleontológicos luego de que conozcas esta página. Después de elegir el diseño que deseas, lo descargas, imprimes y te traerá un manual de cómo armarlo.

Entre los diseños que se ven en la página encontrarás un Parasaurolophus y un Caudipteryx.

Para visitar Paper Replika, solo debes clickear en el link: http://www.paper-replika.com/

Para imprimir el Parasaurolophus, haz clic al final de la pagina en: “Parasaurolophus papercraft template” de este link

Para imprimir el Caudipteryx, haz clic al final de la pagina en: “Caudipteryx - Dinosaur Paper Model” de este link

Nota: Este archivo zip del Caudipteryx contiene otro de extensión <<.pdo>> y tendrás que tener instalado el Pepakura Viewer (googlealo), un programa japonés que sirve para visualizar este tipo de archivos donde vienen origami y modelos en papel.

Cuando termines la construcción de la replica, tómale una foto y envíanosla a nuestra página de facebook: https://www.facebook.com/paleovenezuela.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Visita al Museo de Historia Natural "Grigore Antipa"

Visita del equipo de PaleoVenezuela 
al Museo de Historia Natural "Grigore Antipa"

El Museo de Historia Natural "Grigore Antipa", en rumano: Muzeul Național de Istorie Naturală "Grigore Antipa", está localizado en la capital de Rumania, Bucarest. Fue establecido como el Museo Nacional de Historia Natural el 3 de noviembre de 1834. Fue renombrado en 1990 por el del famoso biólogo Grigore Antipa, quien restauró y administró el museo durante 51 años.

En nuestra visita el 11 de septiembre pasado sólo accedimos a la parte baja del museo, ya que el piso superior estaba en restauración, será en otra ocasión cuando tomaremos las fotos de los excelentes fósiles que se encuentran en aquella parte.

Esto sólo es una muestra fotográfica de todo lo que tiene el museo, hay muchas cosas más por ver y que recomendamos visitar si algún día pasan por el país de los montes Cárpatos.

Mastodonte Americano "Mammut americanum" (Kerr, 1792)
Mammut americanum pertenece a la familia Mammutidae pero a pesar de la similitud del nombre esta no es la misma familia que la de los Mamuts (Mammuthus primigenius y otras especies) que están clasificados en la familia Elephantidae.

El mastodonte americano es una de las especies de mastodontes que han tenido un mayor tiempo de sobrevivencia; sus restos más antiguos datan del plioceno tardío (hace 3,7 millones de años) y los más recientes desde hace 6 a 7 mil años. Se presume que fue cazado por los indios americanos, siendo esta una de las causas de su extinción.

En estudios recientes se ha descubierto que la tuberculosis desempeñó algún papel en el final de la especie, pronto publicaremos más información sobre estos temas en nuestra segunda parte de "todo sobre los mastodontes en Venezuela". 

Los machos adultos podían alcanzar 4,5 metros de longitud y 2-3 metros de altura. Las hembras eran de tamaño más pequeño y por consecuente también sus colmillos eran de diferentes tamaños.

Un escorpión o alacrán venezolano Tityus trinitatis (Pocock, 1897), ¿Quién llevó este espécimen venezolano a tierras de Drácula?. Este museo tiene colecciones de animales de todo el mundo, muchos científicos fueron recolectando especies para realizar las comparaciones anatómicas a nivel local en el caso de identificación de especies exóticas que pueden llegar a Europa por el tráfico ilegal de animales o por error como polizón en la importación de frutas o verduras.

Uno de los muchos contenedores donde se encuentran especies marinas y terrestres.
Dos contenedores de especies marinas exhibidas en el museo.

Exhibición de la vida polar.
En la sección de vida en sur-américa encontramos muchas especies locales, entre esas la tortuga mata-mata.
Una Boa constrictor o tragavenao, gran ofidio que se distribuye en áreas boscosas del centro y norte de América del Sur, era una de las muchas exhibiciones de la fauna tropical sur-americana.
A la derecha: Esqueleto de una cría de elefante asiático (Elephas maximus) es una especie de mamífero proboscídeo de la familia Elephantidae que actualmente vive en el continente asiático.

En el centro: Fósil de Deinotherium gigantissimum, (en griego "bestia terrible") es un género extinto de mamíferos proboscídeos de la familia Deinotheriidae, conocidos popularmente como dinoterios. Era un protoelefante que apareció en el Mioceno Medio y continuó hasta el Pleistoceno Inferior.

Izquierda: Hipopótamo (Hippopotamidae) son una familia de mamíferos artiodáctilos que solo cuenta con dos especies actuales, en la foto, el hipopótamo común (Hippopotamus amphibius).

Hipopótamo (Hippopotamidae) son una familia de mamíferos artiodáctilos que solo cuenta con dos especies actuales, en la foto, el hipopótamo común (Hippopotamus amphibius).

jueves, 12 de septiembre de 2013

Zulia, hogar de nueva especie extinta de perezoso gigante

El "Megistonyx oreobios" vivió durante el Pleistoceno hace más de 14.000 años (IVIC)
El cráneo casi completo y fragmentos del esqueleto de un perezoso gigante de la familia Megalonychidae, descubiertos en 1997 por una expedición científica a Cerro Pintado, en la Sierra de Perijá estado Zulia, corresponden a un nuevo género y especie para la ciencia: Megistonyx oreobios, el cual vivió durante el Pleistoceno tardío hace 14.150 años antes del presente.

Megistonyx oreobios significa “la mayor garra que habitó las grandes montañas”, haciendo referencia a la característica distintiva de los mamíferos megaloníquidos del orden Pilosa, dotados de uñas largas y afiladas en forma de garfio.

En la investigación participaron el geólogo del Servicio Nacional de Parques de los Estados Unidos, H. Gregory McDonald; el paleontólogo del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), Ascanio Rincón; y el profesor de Biología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Tennessee de Chattanooga, en Estados Unidos, Timothy J. Gaudin.

Fragmento del cráneo
La edad de los fósiles fue calculada por métodos radiométricos mediante la desintegración del isótopo carbono 14. Se concluyó que el herbívoro terrestre encontrado en la Cueva de los Huesos por los representantes del Museo de Biología de la Universidad del Zulia existió cerca del final de la Glaciación Mérida, nombre con el cual se conoce el episodio glacial del Pleistoceno tardío ocurrido en los Andes venezolanos (estados Mérida, Táchira y Trujillo) entre 2.600 y 3.500 metros de altura, y que finalizó hace 17.000 y 14.000 años antes del presente.

Dicha información coincide con las estimaciones hechas en 1974 por el geólogo alemán Carlos Schubert, quien en vida se desempeñara como investigador del Centro de Ecología del Ivic. “Cerro Pintado, en la última Edad del Hielo, estuvo cubierto por glaciares y el perezoso vivió cuando había hielo, siendo uno de los animales que ha subsistido a tan elevadas alturas en el planeta. El perezoso poblaba el mundo cuando este comenzó a transformarse en un ambiente más cálido y húmedo; en plena glaciación era frío y seco” explicó Rincón, coautor del estudio y jefe del Laboratorio de Paleontología del Ivic donde se analizaron las muestras.

Bajo cero

A mayor altura la temperatura disminuye drásticamente, por lo que el perezoso debió adaptarse a condiciones climáticas extremas. Las especies actuales tienen un metabolismo basal bajo y son térmicamente sensibles, al punto de considerar esa susceptibilidad al calor como una posible causa de extinción.

De hecho, el estudio internacional comprueba que los perezosos gigantes del Megistonyx no solo eran más diversos ecológica, morfológica y taxonómicamente, sino en términos fisiológicos, siendo algunas especies capaces de soportar períodos prolongados de clima frío. Asimismo, muestra la aparente destreza de estos animales para trepar terrenos rocosos alpinos.

La fauna asociada a la cueva incluye al extinto chigüire Neochoerus, el venado Mazama y el pecarí Tayassu, probablemente de la misma edad del perezoso. Particularmente el chigüire no había sido reportado en áreas montañosas, solo en sabanas de tierras bajas, lo que sugiere que Cerro Pintado pudiera haber experimentado el proceso de desglaciación antes de lo que la cronología actual propone y que las temperaturas estacionales eran más calurosos.

“Esa corriente de agua sobre la superficie de Cerro Pintado hizo que las cuevas situadas en la cima se perforaran, afectando la vida de los animales que usaban esos espacios como protección contra los depredadores y el frío intenso y como refugio para buscar agua. Por lo general, los perezosos de esa talla y peso se consiguen en sabanas abiertas pues a esas alturas no hay árboles tan altos” informó Rincón.

Cerro Pintado es actualmente una meseta donde predomina la roca sedimentaria caliza (formada por carbonato de calcio) con 90 millones de años de antigüedad aproximadamente. “Es como ver un tepuy pero de caliza” dijo.
Ascanio Rincón, paleontólogo del IVIC
La travesía continúa

Los restos del perezoso gigante pertenecen a un individuo adulto hembra con muchas patologías óseas. La parte posterior del paladar (fosa pterigoides) tiene un engrosamiento consistente con un ataque bacteriano. “La cresta sagital derecha (donde se insertan los músculos que permiten el movimiento de la mandíbula) presenta una muesca, es decir, hubo un golpe fuerte que fracturó el hueso y lo unió de manera imperfecta” enumeró Rincón.

Aunque los Megistonyx son originarios del norte de América del Sur, recientes análisis filogenéticos demuestran su parentesco con Ahytherium y Australonyx, hallados en cuevas inundadas en Brasil.

“Cuando se formó el istmo de Panamá -que conecta a Centroamérica con Suramérica- los perezosos migraron a Norteamérica. Es interesante saber que este grupo posee una proximidad biogeográfica con el taxón Pliometanastes, los megaloníquidos que cruzaron por primera vez ese paso de tierra. Probablemente, los primeros inmigrantes al norte del continente los tengamos nosotros en Venezuela. Estamos en la puerta del gran intercambio biótico de las Américas” aseguró Ascanio Rincón.

Los resultados fueron publicados recientemente en el Volumen 33 Número 5 de la Journal of Vertebrate Paleontology, órgano oficial de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados, con sede en los Estados Unidos.

Más de 15 años transcurrieron entre el hallazgo de los fósiles y su identificación, pero la misión no ha terminado. “Nuestra intención es regresar a Cerro Pintado porque estamos completamente seguros de que el cuerpo faltante del perezoso siguen allá; solo pudimos recolectar parte de los brazos y algunas vértebras y costillas. Además, queremos indagar cómo era la ecología de estos animales. Lo único que necesitamos para hacerlo es apoyo financiero y logístico, porque el acceso a la zona -frontera con Colombia- es sumamente complejo” insistió Rincón.

Fuentes:
Bitácora Boletín Informativo del IVIC
11 de Septiembre de 2013
El Universal

jueves, 5 de septiembre de 2013

Hallan el "Jurassic Park" venezolano + Fotos

El Laboratorio de Paleontología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) develó los más recientes hallazgos en suelo venezolano, entre ellos restos de mastodontes y de tigres dientes de sable
Los fósiles se han encontrado en zonas petroleras (Créditos: AFP)
AFP.- Bajo el rico suelo venezolano yace más que petróleo: paleontólogos han hallado rastros de un armadillo del tamaño de un Volskwagen, un cocodrilo más grande que un autobús, un mastodonte de seis toneladas y un tigre dientes de sable. Ahora, andan tras el fósil humano.

Entre rocas y huesos petrificados de hace 14.000 y hasta 370 millones de años expuestos en su pequeña oficina, Ascanio Rincón, jefe del Laboratorio de Paleontología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), explica a la AFP el mapa de la historia geológica del país, de gran riqueza en fósiles.
Cráneo de glyptodontidae una familia extinta de mamíferos placentarios,
una especie de armadillo gigante. Foto: AFP
“Tenemos unos 12.000 ejemplares catalogados, de distintas eras. En Venezuela tenemos esa riqueza que viene de cuando el océano Atlántico se origina, hace 200 años, se da la deriva del río Orinoco hace unos ocho millones y se cierra el istmo de Panamá hace unos cinco o tres millones”, comentó Rincón.
La mandíbula fósil de un lobo prehistórico Foto: AFP
Ubicada en el norte de Sudamérica, con una estructura geológicamente compleja y nadando en petróleo, Venezuela tiene 102 localidades con fósiles, concentradas en los estados Falcón y Lara, aunque también en Zulia, Monagas y Mérida, todos al norte del Orinoco.
El olor a petróleo invade la estancia cuando Rincón abre, cuidadoso, la gaveta de un archivador para mostrar el fémur negro de un mastodonte gigante de hace 25.000 años, del final de la Era del hielo.
Las cuevas venezolanas guardan tesoros para los paleontólogos. Pero en un país de combustibles fósiles, en los breales, grandes charcos de petróleo con agua en la superficie, como el Breal de Mene de Inciarte (Zulia) y el Breal de Orocual (Monagas), quedaron atrapados y preservados por millones de años desde pequeñas aves hasta megafauna.

Las prospecciones de petróleo han sido fundamentales. Así, se encontraron fósiles de dinosaurios tan pequeños como un pollo sin plumas y con cara de iguana, de pelícanos de tres metros y 12 millones de años, y osos perezosos tan gigantes que eran terrestres, a diferencia de sus parientes modernos que habitan en los árboles.
Cráneo de glyptodontidae una familia extinta de mamíferos placentarios,
una especie de armadillo gigante. Foto: AFP
“Estamos cerca, hay que seguir pateando la zona (explorando). Ya hallamos puntas de lanza. Falta el indicio confiable de que el hombre cazaba la megafauna que encontramos. Y falta el fósil humano”, afirmó.

Interpretar un fósil puede tardar años. Identificar el tigre dientes de cimitarra, uno de los consentidos de la colección, bautizado Homotherium venezuelensis, llevó cuatro años después de su hallazgo, el primero de esa especie en América Latina.

En septiembre se anunciará el descubrimiento, en una zona remota del país, de una especie nueva que se empezó a estudiar hace 18 años, dice orgulloso Rincón, sin revelar del todo la sorpresa.
La mandíbula fósil de un lobo prehistórico. Foto: AFP
“Imagínate un rompecabezas de 5.000 piezas y tienes 200 piezas que tratas de interpretar, de sacar una conclusión confiable que aporte algo a la ciencia. Vamos armando las piezas hasta que tenemos información de la totalidad”, ilustró.

Y armar un rompecabezas demanda mucha paciencia. Una vez que los expertos detectan un fósil, deben extraer el sedimento, transportarlo, lavarlo, pasarlo por un tamiz, separarlo bajo la lupa y estabilizarlo para manipularlo durante el estudio y comparación con sus parientes actuales.

El laboratorio, de sólo cinco investigadores, cuenta con apoyo estatal y privado, pero carece de recursos logísticos y tecnológicos. A veces deben comparar piezas con otras halladas en Estados Unidos, Francia, España y países de América Latina.
Parte del fémur fósil de un mamut. Foto: AFP
“Como la música”

¿De dónde venimos, hacia dónde vamos y qué somos? Parte de la respuesta a la eterna pregunta del ser humano, dice Rincón, está en la paleontología, que ayuda a “entender la evolución de la vida sobre la tierra”.

Vital para la industria minera, los fósiles determinan la edad de las rocas e indican los depósitos de petróleo, pero Rincón y su equipo ven en la paleontología una “misión”: crear conciencia de lo que estuvo en el planeta hace millones de años y ya no existe, para cuidar lo que está hoy.
Un fósil de pez. Foto: AFP
“Estamos extinguiendo lo poco que nos queda de bosques, de océanos, de desiertos, devastando nuestros ecosistemas. Estamos forzando la rueda para que la extinción se acelere”, lamentó.
Parte de la espalda fósil de un ave gigante. Foto: AFP
A Rincón, la pasión por lo que hace le sale por los poros. “Quise ser paleontólogo desde que tenía ocho años por un programa de National Geographic que me encantó, vi a unos tipos excavando en África buscando fósiles y dije: ¡Quiero ser como ellos!”.
“La paleontología me divierte. Parece que no sirve, pero tiene implicaciones económicas. Con un registro fósil podemos determinar la edad de un yacimiento petrolero. Para mí es un poco como la música: es el deleite”, expresó.

Fotos: AFP

domingo, 1 de septiembre de 2013

El IVIC creó laboratorio de paleontología

Para vertebrados fósiles. La meta del laboratorio es trabajar en pro de la ciencia y del patrimonio cultural de la nación.


Ascanio Rincón, jefe del laboratorio
El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) creó el Laboratorio de Paleontología, adscrito al Centro de Ecología, para darle a esta disciplina el espacio que se merece y poder albergar las muestras colectadas en los trabajos de campo que realiza el equipo comandado por Ascanio Rincón.

Rincón, jefe del laboratorio, agradece esta decisión porque así puede incorporar a más personas y se trabajará con mayor celeridad “para darle a la gente lo que se merece: un espectro de conocimiento de su pasado prehistórico. Esa es la meta del laboratorio: tratar de trabajar en pro de la ciencia y en pro del patrimonio cultural de la nación”.

No obstante, señala que necesitan más espacio y que se incorporen más investigadores, e invitó a las y los estudiantes que quieran sumarse a participar en los proyectos. En este momento trabajan él y tres estudiantes, además de tres pasantes. Para las labores que desarrollan precisan, igualmente, una campana de extracción y un microscopio, aunque aplauden la creación de un centro de microscopía en el IVIC porque se podrá prestar servicio a las investigadoras y los investigadores que lo demanden.

CREAR UNA ACADEMIA

Uno de los sueños de Rincón es crear una escuela de palentología para Venezuela, una academia que trascienda del laboratorio. “Ya estamos formando la próxima generación de relevo; estoy un poco más tranquilo, porque sé que va a haber una continuidad” del trabajo, confía.

Rincón indica que la tradición en el país ha sido de estudio de la paleontología de invertebrados, vinculados con la industria petrolera, que ahora se está perdiendo y que también quieren rescatar. “Tenemos un estudiante (Carlos Cáceres, de Biología-UCV) que está analizando cangrejos” en Buchivacoa. Damián Ruiz, estudiante de doctorado en Biología mención Ecoología (IVIC), quiere especializarse en carnívoros. Leonardo Sánchez evalúa los tiburones prehistóricos que han hallado en Tucacas.

Rincón comenta que igualmente existe el proyecto de recuperar el parque arqueológico de Taimataima, con apoyo del Instituto de Patrimonio Cultural y el IVIC.

¿Por qué piensa que es importante conocer la prehistoria? “La clave del presente está en el pasado”, señala. “Si nosotros hubiésemos tenido un laboratorio de paleoecología antes del desastre de Vargas tal vez se pudo haber prevenido, porque ahora sabemos que es un fenómeno cíclico, que ocurre cada cierto tiempo, que ocurre en ciertos escenarios pluviométricos”, reflexiona.

Fuente:
11 agosto 2013
http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/ivic-creo-laboratorio-paleontologia/
Texto/Vanessa Davies
Fotos/Héctor Lozano